miércoles, 14 de marzo de 2012
martes, 13 de marzo de 2012
viernes, 20 de enero de 2012
Poema para fotografíar.
Refugee Blues
W.H. Auden (1907-1973)
Say this city has ten million souls,
Some are living in mansions, some are living in holes:
Yet there's no place for us, my dear, yet there's no place for us.
Once we had a country and we thought it fair,
Look in the atlas and you'll find it there:
We cannot go there now, my dear, we cannot go there now.
In the village churchyard there grows an old yew,
Every spring it blossoms anew:
Old passports can't do that, my dear, old passports can't do that.
The consul banged the table and said,
"If you've got no passport you're officially dead":
But we are still alive, my dear, but we are still alive.
Went to a committee; they offered me a chair;
Asked me politely to return next year:
But where shall we go to-day, my dear, but where shall we go today?
Came to a public meeting; the speaker got up and said;
"If we let them in, they will steal our daily bread":
He was talking of you and me, my dear, he was talking of you and me.
Thought I heard the thunder rumbling in the sky;
It was Hitler over Europe, saying, "They must die":
O we were in his mind, my dear, O we were in his mind.
Saw a poodle in a jacket fastened with a pin,
Saw a door opened and a cat let in:
But they weren't German Jews, my dear, but they weren't German Jews.
Went down the harbour and stood upon the quay,
Saw the fish swimming as if they were free:
Only ten feet away, my dear, only ten feet away.
Walked through a wood, saw the birds in the trees;
They had no politicians and sang at their ease:
They weren't the human race, my dear, they weren't the human race.
Dreamed I saw a building with a thousand floors,
A thousand windows and a thousand doors:
Not one of them was ours, my dear, not one of them was ours.
Stood on a great plain in the falling snow;
Ten thousand soldiers marched to and fro:
Looking for you and me, my dear, looking for you and me.
Blues del refugiado
Digamos que en esta ciudad viven unos diez millones,
Unos habitan agujeros, otros habitan mansiones.
Pero no hay un lugar para nosotros, mi amor, no hay un lugar para nosotros.
Alguna vez tuvimos un país y nos gustaba
Todavía lo podemos encontrar en un atlas.
Pero ahora, no podemos ir allá, mi amorahora no podemos ir allá.
En la parroquia de nuestro pueblo crece un árbol viejo
Que cada primavera florece de nuevo.
Pero los viejos pasaportes no florecen de nuevo, mi amor, los viejos pasaportes no florecen de nuevo.
El cónsul azotó la mesa con prepotente gesto:
"Si no tienen pasaportes, "oficialmente" están muertos.
Pero seguimos vivos, mi amor, seguimos vivos.
Fui a un comité, me ofrecieron asiento y me escucharon
Y cortésmente me pidieron que volviera el próximo año.
¿Pero qué vamos a hecer hoy mismo, mi amor, qué vamos a hacer hoy mismo?
Fui a oír a los políticos, a un orador que argüía:
"Si los recibimos aquí, nos quitarán nuestro pan de cada día",
Y hablaba de ti y de mí, mi amor, hablaba de ti y de mí.
Creí que era un relámpago lo que atronaba sobre mí,
Pero era Hitler sobre Europa, diciendo: "Deben morir",
Y pensaba en nosotros, mi amor, pensaba en nosotros.
Vi un perro que pasaba muy orondo y abrigado,
Vi que una puerta se abría para que pasara un gato,
Pero ellos no eran judíos alemanes, mi amor, ellos no eran judíos alemanes.
Bajé a la orilla del mar y me detuve sobre el muelle
Para ver cómo nadaban en su libertad los peces,
Apenas a unos cuantos metros, mi amor, apenas a unos cuantos metros.
Caminé por el bosque, vi en los árboles a los pájaros
Que no tienen políticos, y cantan a su agrado,
Pero no eran de la raza humana, mi amor, no eran de la raza humana.
Soñé con un edificio que llega hasta el número mil,
Y tenía mil ventanas y sus puertas eran mil,
Y ninguna era para nosotros, mi amor, ninguna era para nosotros.
Me paré en mitad de una explanada cuando la nieve caía,
Diez mil soldados marchaban para abajo y para arriba,
buscándonos a ti y a mí, mi amor, buscándonos.
Versión de José Joaquín Blanco
W.H. Auden (1907-1973)
Say this city has ten million souls,
Some are living in mansions, some are living in holes:
Yet there's no place for us, my dear, yet there's no place for us.
Once we had a country and we thought it fair,
Look in the atlas and you'll find it there:
We cannot go there now, my dear, we cannot go there now.
In the village churchyard there grows an old yew,
Every spring it blossoms anew:
Old passports can't do that, my dear, old passports can't do that.
The consul banged the table and said,
"If you've got no passport you're officially dead":
But we are still alive, my dear, but we are still alive.
Went to a committee; they offered me a chair;
Asked me politely to return next year:
But where shall we go to-day, my dear, but where shall we go today?
Came to a public meeting; the speaker got up and said;
"If we let them in, they will steal our daily bread":
He was talking of you and me, my dear, he was talking of you and me.
Thought I heard the thunder rumbling in the sky;
It was Hitler over Europe, saying, "They must die":
O we were in his mind, my dear, O we were in his mind.
Saw a poodle in a jacket fastened with a pin,
Saw a door opened and a cat let in:
But they weren't German Jews, my dear, but they weren't German Jews.
Went down the harbour and stood upon the quay,
Saw the fish swimming as if they were free:
Only ten feet away, my dear, only ten feet away.
Walked through a wood, saw the birds in the trees;
They had no politicians and sang at their ease:
They weren't the human race, my dear, they weren't the human race.
Dreamed I saw a building with a thousand floors,
A thousand windows and a thousand doors:
Not one of them was ours, my dear, not one of them was ours.
Stood on a great plain in the falling snow;
Ten thousand soldiers marched to and fro:
Looking for you and me, my dear, looking for you and me.
Blues del refugiado
Digamos que en esta ciudad viven unos diez millones,
Unos habitan agujeros, otros habitan mansiones.
Pero no hay un lugar para nosotros, mi amor, no hay un lugar para nosotros.
Alguna vez tuvimos un país y nos gustaba
Todavía lo podemos encontrar en un atlas.
Pero ahora, no podemos ir allá, mi amorahora no podemos ir allá.
En la parroquia de nuestro pueblo crece un árbol viejo
Que cada primavera florece de nuevo.
Pero los viejos pasaportes no florecen de nuevo, mi amor, los viejos pasaportes no florecen de nuevo.
El cónsul azotó la mesa con prepotente gesto:
"Si no tienen pasaportes, "oficialmente" están muertos.
Pero seguimos vivos, mi amor, seguimos vivos.
Fui a un comité, me ofrecieron asiento y me escucharon
Y cortésmente me pidieron que volviera el próximo año.
¿Pero qué vamos a hecer hoy mismo, mi amor, qué vamos a hacer hoy mismo?
Fui a oír a los políticos, a un orador que argüía:
"Si los recibimos aquí, nos quitarán nuestro pan de cada día",
Y hablaba de ti y de mí, mi amor, hablaba de ti y de mí.
Creí que era un relámpago lo que atronaba sobre mí,
Pero era Hitler sobre Europa, diciendo: "Deben morir",
Y pensaba en nosotros, mi amor, pensaba en nosotros.
Vi un perro que pasaba muy orondo y abrigado,
Vi que una puerta se abría para que pasara un gato,
Pero ellos no eran judíos alemanes, mi amor, ellos no eran judíos alemanes.
Bajé a la orilla del mar y me detuve sobre el muelle
Para ver cómo nadaban en su libertad los peces,
Apenas a unos cuantos metros, mi amor, apenas a unos cuantos metros.
Caminé por el bosque, vi en los árboles a los pájaros
Que no tienen políticos, y cantan a su agrado,
Pero no eran de la raza humana, mi amor, no eran de la raza humana.
Soñé con un edificio que llega hasta el número mil,
Y tenía mil ventanas y sus puertas eran mil,
Y ninguna era para nosotros, mi amor, ninguna era para nosotros.
Me paré en mitad de una explanada cuando la nieve caía,
Diez mil soldados marchaban para abajo y para arriba,
buscándonos a ti y a mí, mi amor, buscándonos.
Versión de José Joaquín Blanco
lunes, 26 de septiembre de 2011
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